Un verdadero espectáculo

Una manera diferente de ver fútbol, otras reglas, otro color, otro juego. El showbol se convirtió en más que un deporte. Es más bien un espectáculo. Los jugadores que fueron estrella, ahora resurgen y demuestran que a magia y el don en el manejo de la pelota no se pierde con los años, al contrario, se acumula, y se despliega en la primera demostración dentro de una cancha, ya sea de showbol o del fútbol que estamos acostumbrados a ver.

La historia del llamado “futbol de elite” nació en 1969, cuando el jugador Húngaro Joe Martin pensó en demostrar sus habilidades en menores dimensiones y dar lugar de esta manera a que los fanáticos puedan estar más cerca de sus ídolos.

La cancha de showbol está compuesto por césped sintético y está rodeado de una pared de acrílico. Se puede jugar en lugares cerrados o al aire libre.
Los 50 minutos que dura el juego son de ida y vuelta, debido a las dimensiones del campo de juego, 22 metros de ancho por 42 de largo. Cada equipo debe estar compuesto por siete jugadores en el campo, y para realizar los cambios (ilimitados) no es necesario dar aviso al árbitro.

La pelota de juego es la misma que se usa en el fútbol tradicional.

Una gran diferencia con el fútbol que estamos acostumbrados a ver es que en éste no existen los saques de lateral, la redonda pega en las paredes y continúa el juego, y las misma se pueden inteligentemente para que de rebote, la pelota se meta dentro de los tres palos y se marque de esta manera el gol, que será válido cuando atraviese por completo las lineas del arco.

En la actualidad uno de los mejores equipos de showbol es el argentino, compuesto por Diego Armando Maradona, quién fue el principal propulsor de este espectáculo en nuestro país.
El ídolo juntó a jugadores figuras que también fueron parte de la Selección Argentina como Sergio Goycochea y Matías Almeyda.

El señor del gol, el amo del gol, la raza del gol

Según la encuesta publicada en la página oficial de la FIFA, Martín Palermo es el mejor cabeceador del mundo.

El “Loco” llegó a su gol número 180 durante el mes de marzo en el partido disputado ante Gimnasia y Esgrima La Plata, según algunos datos estadísticos habría alcanzado de esta manera a Francisco Varallo, goleador histórico que se desempeñó en el club xeneize en la década del 30.

Carlos Bianchi hace diez años lo bautizó como “el optimista del gol”, hoy Carlos Ischia cambió esa frase por “Palermo es gol”.

El último gol de cabeza lo hizo contra San Martín de San Juan, paradójicamente su primer gol en primera división fue también de cabeza contra San Martín de Tucumán, el 23 de mayo de 1993, jugando para Estudiantes de La Plata.